domingo, 23 de marzo de 2008


En Venezuela se desperdicia gran cantidad de agua


Río Orinoco- Venezuela

Venezuela es uno de los países más ricos en recursos hídricos, la mayoría de los cuales se encuentran concentrados al sur del río Orinoco. A diferencia de la tendencia mundial, el consumo de agua por sector en el país señala que la escasez de agua no es un problema.

Sin embargo, cada día es más frecuente la falta de agua en los hogares venezolanos debido a los largos periodos de sequía, producidos por los cambios que ha sufrido el ciclo hidrológico a raíz del incremento de las temperaturas climáticas. En muchas ciudades del país el consumo promedio de agua diario por habitante es de 500 litros, aunque esta cifra varía según la ubicación y clase social. La Organización Mundial de la Salud ha señalado que con 250 litros de agua un habitante puede atender sus necesidades.

Considerando la gran cantidad de agua que se utiliza en el sector urbano del país, sólo el 6% de las aguas residuales recibe algún tipo de tratamiento. Por ello la mayor parte de las aguas venezolanas se encuentran contaminadas, poniendo en peligro no solo al hombre sino a la flora y la fauna nacional. Todos los hábitats establecen estrechos vínculos con las aguas que los rodean y de ellas se benefician todas las especies que habitan en los alrededores.

Precisamente, en Venezuela los humedales son uno de los ecosistemas que se encuentran en peligro, estos cubren el 17% de la superficie nacional. Según la Convención Ramsar, firmada 2 de febrero de 1971, los humedales son "extensiones de marismas, pantanos, turberas o aguas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas incluyendo las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros".

Estos desempeñan una función ecológica esencial en un entorno determinado por los recursos hídricos, ya que proporcionan agua limpia, reducen los sedimentos de las fuentes de agua potable, desempeñan una función de contención del agua y evitan fuertes corridas de aguas durante las inundaciones. Sin saberlo, los venezolanos contaminan uno de los dos sistemas de humedales inundables más grandes del mundo: los Llanos compartidos por Colombia y Venezuela.

Ana Isabel Briceño/ anaibperez@yahoo.es


Redes de observación por la conservación del agua

El uso de los métodos de evaluación de vulnerabilidad acuífera debe extenderse en los medios urbanos latinoamericanos. Una correcta y responsable identificación de fuentes puede apoyar monitoreos y redes de observación. La determinación temprana de concentraciones cercanas a, o sobre las normatividades vigentes para agua potable, puede evitar exposiciones de la población abastecida a contaminantes que a largo plazo pueden afectar adversamente a la salud.


Fin del Agua/ Comercial


La incorporación de zonas urbanas en los métodos de evaluación de vulnerabilidad representa un reto, ya que la mayoría de ellos fueron diseñados para terrenos no cubiertos. Desde la evaluación de la recarga neta hasta el papel de los suelos debe ser reconsiderado. Las fuentes localizadas en las zonas urbanas son las que pueden generar volúmenes variados de diferentes tipos de solutos. La llamada industria “underground” difícilmente sujeta a regulaciones ambientales puede manejar compuestos orgánicos riesgosos, cuyo destino final difícilmente es conocido.


La fugas de agua potable y del sistema de conducción de aguas residuales, las primeras incorporando cloro residual y las segundas materia orgánica, pueden generar los llamados productos de transformación, como el cloroformo, en acuíferos someros. Las fugas de hidrocarburos pueden alterara la calidad del agua subterránea por periodos prolongados de tiempo. Los residuales generan además de fases volátiles, fases disueltas a los flujos afectados.
Fernando Gómez/ fbenitez@hotmail.com


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